lunes, 22 de diciembre de 2008

La aventura de mi hermana



Tengo mi hermana melliza, más que hermana parece mi hija, yo la adoro, la consiento y no me doy cuenta, solo a veces cuando siento que abusa y no sé cómo decirle que no. A sus 28 años su vicio se transformo en leer libros que te enseñan a crecer espiritualmente, a moverse con pasos de Joya y enfrentar a los hombres cuando los quieres conocer. Me dice que se canso de es esperar a que ellos se acerquen. Es así como cada vez que sale, baila con el chico que ella elige.

Hace unos días escucho cuando “el elegido de la noche” se despedía de los amigos, ella que estaba cerca, se dio vuelta, lo miro y le preguntó.- ¿y porque te vas tan temprano? -. Él simplemente no dijo nada y ella como si nada hubiera dicho siguió bailando, más tarde él seguía parado en el mismo lugar. Van a creer que no la busco, no le dijo nada, sino que fue ella quien nuevamente se acerco y preguntó. - ¿Cómo te llamas?-. Y yo me pregunto.- ¿es tan difícil que el sexo fuerte sea el fuerte? -. Son unos debiluchos mentales que han tratado tanto de diferenciarse de ser rudos que ya no saben cómo hablarle a una mujer. Al final el terminó bajo las ordenes de ella, la quería todita y ella solo quería conversar, bueno, esa es mi hermana.

Anoche salimos juntas a un cumpleaños de una amiga y a ella se le ah ocurrido un juego, se dio la tarea de buscar chicos lindos y decirles. - ¿te gustaría conocer a mi amiga que esta de cumpleaños?-. Los mininos sorprendidos, pero felices partían como cachorros tras ella. Yo que estaba con mi novio lo encontré chistosísimo, totalmente a lugar para la siempre buena moza pero soltera: Negra, la cumpleañera!. Fue así como de lejos vio al más chascón de la fiesta, un chico con un afro de medio metro, lindo el moreno, se notaba calladito. Lo saco a bailar y no bailaba, siguió caminando, pero después de tres vueltas por la pista de baile finalmente se acerco.

Bailando y bailando ella empezó el reconocimiento táctil ya que vestía un poleron gigante que poco dejaba para la imaginación y cuál será la sorpresa de ella que él le dijo ¿quieres que me lo saque? Ella como niña que sabe que hace una maldad solo una gran sonrisa le mostro. Se imaginarán con que se encontró ya que él guapo tenía lo suyo, unos musculos entrenados en las canchas de boxeadores.

Al final de la noche mi hermana se despido y con una sonrisa de oreja a oreja a mi casa llegó tan energizada que hasta movimientos de yoga recordó mientras abríamos el futón.

2 comentarios:

  1. Bello!
    Adoro como escribes..
    casi me senti viendo las travesuras de tu hermana :D
    Un beso.

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  2. Algo sabía de esta historia pero no tan en detalle, quien más que tu hermana haría esas cosas, como han cambiado las mujeres, la llevamos totalmente!
    Tu y tu sister son un ejemplo.
    Besos

    Karina

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